Julieta es microbióloga y doctora en Ciencias con mención en Microbiología, y directora alterna del Instituto Milenio de Biodiversidad de Ecosistemas Antárticos y Subantárticos, conocido como Instituto Milenio BASE, organización que en alianza con ONU Mujeres desarrollará una campaña digital con el propósito de visibilizar a las mujeres científicas en Chile.
Julieta también es vicepresidenta de la Sociedad de Microbiología de Chile (SOMICH) y profesora asociada de la Facultad de Ciencias de la U. de Chile, e investigadora del Laboratorio de Ecología Microbiana (LEMi) de la misma casa de estudios. Lleva más de 10 expediciones antárticas realizadas, empleando transportes como aviones Hércules, buques de la Armada de Chile, avionetas y motos de nieve para realizar sus investigaciones polares. Ha sido coordinadora de expediciones en terreno, y ha formado a científicas jóvenes en expediciones antárticas. Vive en Santiago.
¿Qué fue lo que la motivó a especializarse en microbiología?
Cuando estaba cursando el último año de enseñanza media, el nacimiento del primer mamífero clonado a partir de una célula adulta, la oveja Dolly, fue una noticia que llamó mucho mi atención. Desde pequeña me ha gustado la ciencia y ese hecho histórico me hizo decidir estudiar algo relacionado con la genética en la universidad. Sin embargo, en la ciudad donde vivía entonces no existía Genética como carrera universitaria, entonces, decidí quedarme y estudiar microbiología, esperando luego centrarme en genética en una etapa superior de mi formación académica. Hasta entonces, mis conocimientos sobre los microorganismos eran básicos y generales, pero mi formación en la universidad me dio la oportunidad de conocer sobre estos diminutos seres e inmediatamente quedé fascinada por esta parte de la biodiversidad muchas veces desconocida. A pesar de haber decidido enfocarme en microbiología de manera indirecta, a partir del momento que tuve la oportunidad de trabajar por primera vez en un laboratorio de ecología microbiana, supe que quería dedicarme a la investigación en esa área de allí en adelante.
Foto: Cortesía de Julieta Orlando
Cuéntanos acerca de tu trabajo ¿Actualmente qué iniciativa, proyecto o investigación estás desarrollando?
Actualmente soy directora Alterna del Instituto Milenio Biodiversidad de Ecosistemas Antárticos y Subantárticos, también conocido como Instituto Milenio BASE. Este Instituto tiene como meta evaluar el pasado, presente y futuro de la biodiversidad antártica y subantártica para contribuir con conocimiento científico a la toma de decisiones en el ámbito de la conservación de una biota única y la gobernanza de entornos particulares en un mundo cambiante. En este proyecto participan especialistas de diversas disciplinas, incluyendo biodiversidad, ecología, evolución, genómica, fisiología y modelización, hasta expertos en derecho internacional especializados en el Sistema del Tratado Antártico.
Además de mi aporte científico como ecóloga microbiana, a lo largo de los años tuve la oportunidad de desarrollar mis habilidades de liderazgo en proyectos colaborativos, lo que me permitió contar con la confianza del equipo científico para asumir el rol de directora alterna del Instituto Milenio BASE, lo cual es una responsabilidad enorme, pero a la vez un gran reconocimiento.
En particular, en el ámbito de la investigación, lidero un equipo que explora diversos microbiomas, es decir, el conjunto de microorganismos que habitan en un ambiente particular. Estamos interesados no solo en conocer los microorganismos que están presentes en diversos ambientes, sino también las interacciones que establecen entre ellos y con otros organismos, así como la contribución que están haciendo a través de sus actividades.
Foto: Cortesía de Julieta Orlando
¿Cuál es la importancia de promover la participación de científicas jóvenes en expediciones antárticas?
Las expediciones antárticas son desafiantes en diversos aspectos, pero ninguno limita, o debería limitar, la participación de jóvenes investigadoras. El estudio de la biodiversidad requiere de miradas y experiencias diversas; por lo tanto, debemos resguardar que quienes participen en dichas actividades aporten a esa diversidad. Sin lugar a duda debemos motivar la participación femenina en expediciones antárticas, pero también debemos facilitarla, brindando oportunidades para que no sólo sea una participación exitosa, sino también agradable y memorable.
¿Qué iniciativas consideras necesarias para democratizar el acceso a la información científica?
En el ámbito científico hay iniciativas, cada vez más generalizadas, para que el conocimiento generado sea libremente accesible para quien lo requiera. Sin embargo, muchas veces esa información es incomprensible para un público no especializado. Por lo tanto, es importante desarrollar iniciativas que promuevan la alfabetización científica y faciliten la comprensión de la información disponible. Para ello, algunas iniciativas que han demostrado ser exitosas al respecto incluyen: fomentar la colaboración entre quienes desarrollan actividades científicas y los medios de comunicación para difundir información científica de manera accesible, clara y precisa, utilizando un lenguaje comprensible para el público no especialista y evitando la exageración o distorsión de los hallazgos científicos; promover una educación científica de calidad desde edades tempranas, fomentando el pensamiento crítico y el método científico, para que las personas comprendan y evalúen la información científica de manera más efectiva; estimular la divulgación científica a través de conferencias, charlas, talleres y eventos públicos, para acercar a las y los científicos a la comunidad brindando la oportunidad para que la interacción facilite la comunicación efectiva.