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Chilenos lideran esfuerzos para crear futura vacuna contra el norovirus

A nivel global se registran cada año 650 millones de eventos digestivos como diarreas, provocados por este microorganismo, 200 millones de ellos en menores de 5 años, con más de 50 mil casos mortales y un costo de más de US$ 60 mil millones.

Un estudio a una cohorte de 200 familias chilenas, seguidas durante dos años, estableció que éstas registran en promedio un evento de diarrea aguda al año y que el norovirus es el principal agente causante de estos cuadros, seguido de cerca por el rotavirus y el astrovirus.

La investigación sucede a un trabajo previo llevado a cabo en forma simultánea entre 2014 y 2017 en cuatro países (Chile, Tailandia, Filipinas y Brasil), donde se detectaron más de 1.600 episodios, con el mismo norovirus como causante de 24% de los casos y 18% de los cuadros que requerían atenciones de urgencia y hospitalizaciones.

Ambos estudios fueron desarrollados por científicos del Instituto de Ciencias Biomédicas (ICBM) de la Universidad de Chile y el Instituto Milenio de Inmunología e Inmunoterapia (IMII), y forman parte de los esfuerzos internacionales por intentar comprender los efectos que este patógeno continúa teniendo en enfermedades del tracto gastrointestinal en el mundo.

Las investigaciones son lideradas por el Dr. Miguel O’Ryan, científico del ICBM y el IMII, quien durante los años ’90 y 2000 encabezó ensayos clínicos en diez países de Latinoamérica para la creación de una vacuna contra el rotavirus, agente causante de los casos más severos por diarrea aguda, y responsable de más de 800 mil muertes infantiles a inicios de este siglo. Desde el año 2006, la vacuna se ha incorporado en los planes nacionales de inmunización de 102 países del mundo, entre los que se cuentan la gran mayoría de los estados de la región, a excepción de Uruguay, Guyana Francesa, Surinam y Chile.

Mientras el alcance de la vacunación sigue extendiéndose con una efectividad diversa en los cinco continentes (superior al 90% en países desarrollados y alrededor del 60% en los de ingresos bajos), la comunidad científica internacional mantiene sus esfuerzos para alcanzar un nuevo desarrollo, esta vez para el norovirus, segundo responsable de los cuadros más severos por diarrea aguda, pero primero en términos de atenciones médicas.

El informe Global burden for norovirus (del que el equipo de científicos nacionales fue parte), recopilado el año 2015 por la agencia estadounidense Centro de Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), estimó que a nivel mundial se registran cada año 650 millones de casos de diarrea aguda por norovirus, 200 millones de ellos en menores de cinco años, con más de 50 mil muertes.

Si bien países del África subsahariana y el sudeste asiático son los mas afectados, el costo económico por norovirus se extiende a países de ingreso bajo, medio y alto. Según el informe, este ascendería a más de US$ 60 mil millones, en concepto de atenciones médicas y pérdida de productividad.

Estudio en familias chilenas

El nuevo estudio del Dr. Miguel O’Ryan, apoyado por la firma estadounidense Takkeda Vaccines (que durante las últimas décadas ha desarrollado inmunizaciones contra enfermedades como la difteria, el dengue y la gripe, entre otras), recopiló durante dos años datos de 200 familias de la comuna de Colina, en la Región Metropolitana, en una muestra representativa de la población chilena.

«La incidencia global de eventos osciló entre 0,8 y 1 por año, una cifra algo menor de lo esperado, como consecuencia de la existencia de mejoras globales en el saneamiento ambiental. Norovirus, rotavirus, astrovirus y las bacterias del grupo eschericha colidiarrheogénicas, fueron las principales causas. Norovirus resultó ser el principal agente encontrado, incluso algo más frecuente que rotavirus en estos casos de diarrea aguda intrafamiliar», comentó el investigador.

Los resultados, agrega, demuestran que la diarrea aguda «sigue teniendo impacto en nuestra población», de manera especial en niños menores de 5 años, principalmente por la circulación de virus entre personas, agua y alimentos. Las cifras de casos secundarios (segundo o tercer contagio dentro de la familia), fueron del 8%. El trabajo será presentado en el Congreso Latinoamericano de Infectología Pediátrica, en Colombia, y la Conferencia Internacional de Calicivirus Virus en Australia.

En ese contexto, debido a que Chile no ha incluido la vacuna contra el rotavirus en el plan nacional de vacunas, y la inmunización para el norovirus aún se encuentra en desarrollo, no existe una medida de protección concreta contra los dos virus causales más comunes de diarrea aguda en niños. Esto pese a que en 2013, la Organización Panamericana de la Salud elevó una recomendación a todos sus estados miembro de incluir medidas de control y prevención contra el rotavirus, y la OMS ha aconsejado el uso de la vacuna para todo niño a partir de las seis semanas de vida.

«Llama la atención que la vacuna contra el rotavirus no haya sido considerada como una prioridad en los planes nacionales de inmunización, aunque sí lo ha sido para países como Estados Unidos y Canadá, y prácticamente todo el continente Sudamericano. Si bien se trata de un problema que golpea con mayor fuerza a los países pobres, Chile se encuentra en una posición intermedia, donde el desarrollo ha llevado a la mejora de indicadores sanitarios, reduciendo la tasa de incidencia de la diarrea aguda en los últimos años», plantea el Dr. O’Ryan.

Próximo estudio latinoamericano

Aproximadamente uno de cada cinco casos de gastroenteritis aguda (inflamación del estómago o los intestinos) es causado por norovirus, un grupo que incluye múltiples variantes que podrían renovarse con mayor virulencia cada dos o cuatro años y que provoca diarrea y vómitos. Este agente afecta también a adultos, especialmente cuando causa brotes transmitidos por agua y/o alimentos, pudiendo derivar en enfermedad grave en personas con enfermedades crónicas y ancianos, de acuerdo al CDC.

El desarrollo de una vacuna contra norovirus tiene complejidades por sobre la del rotavirus, debido principalmente a que se trata de un virus muy difícil de cultivar en el laboratorio. «A la fecha, se han logrado avances en producir candidatos a vacunas usando lo que denominamos ingeniería genética. Conociendo el genoma, podemos sintetizar partículas virales que producen una respuesta inmune protectora. Estas vacunas candidatas se han probado en estudios fase I en Panamá y Colombia, además del ejército de Estados Unidos», explica O’Ryan, quien actualmente colabora como asesor internacional para Takeda Vaccine y el International Vaccine Institute con sede en Seúl, Corea.

«Concluidos los estudios fase I, esperamos que se avance rápidamente a estudios de eficacia en varios países de Latinoamérica el año 2020, siguiendo los exitosos trabajos que lideramos a principios de los 2000 para llevar a la vacuna de rotavirus al importante uso mundial que evidenciamos hoy», dice el autor de más de 60 publicaciones indexadas en revistas internacionales de alto impacto en rotavirus y norovirus.

Siguiendo el rastro del rotavirus

La búsqueda de tratamientos contra enfermedades del tracto gastrointestinal rindieron frutos con la incorporación de la vacuna contra el rotavirus, que se comenzó a distribuir en todo el mundo en 2006 y ha sido uno de los principales avances en términos de salud pública en el planeta en los últimos años, según destaca el Dr. O’Ryan.

Para esa experiencia, el académico de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile fue coordinador de los ensayos clínicos realizados a comienzos de siglo en 63 mil niños de cinco países latinoamericanos para probar la seguridad y efectividad de una de las dos vacunas desarrolladas para reducir la alta mortalidad causada por la diarrea aguda por rotavirus.

Más de 800 mil niños morían en todo el planeta, principalmente en África subsahariana y el sudeste asiático, debido a la condición. El trabajo, publicado en la revista New England Journal of Medicine, con el Dr. Oryan como uno de sus autores, resultó clave para la posterior aprobación y recomendación universal de la vacuna. Este avance fue reconocido como el aporte científico del año 2006 por parte de la revista Lancet.

Se calcula que la inmunización contra el rotavirus ha reducido en al menos varias decenas de miles las muertes de niños en el mundo, en un desafío sanitario global en el que la Fundación Gates ha tenido un rol clave para llevarla a zonas remotas del planeta. Respecto a una eventual inclusión de estas vacunas en Chile, el científico del ICBM e IMII cree que varicela y rotavirus, ya incorporadas en gran parte de Latinoamérica, son dos vacunas que podrían sumarse a los planes nacionales.

«En nuestro país, la percepción es que enfermedades infectocontagiosas son relevantes sólo cuando causan muerte o dejan secuelas severas, pero esto debería evolucionar a un enfoque de costo-efectividad. Es decir, si una vacuna demuestra que protege y reduce sufrimiento humano, y lo hace a un costo razonable, debe ser considerada para ser ofrecida a toda la población chilena». 

Fuente: www.df.cl

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